Nakahara Sunako

Shojo ruaro ruaro donde los haya… Escrito por Tomoko Hayakawa, y adaptado para televisión en forma de serie de 25 capítulos, cuenta la historia de cuatro estudiantes que viven de alquiler en una especie de mansión. Un día, la casera les propone un trato: no les cobrará el alquiler si son capaces de convertir a su sobrina, Sunako Nakahara, en una señorita. Los chicos aceptan, pero no habían previsto hasta qué punto sería rarita la niña.

Sunako está traumatizada desde que, años antes, se declaró a un compañero de clase.

Este le respondió que a él no le gustaban las chicas feas, y desde entonces la protagonista se encerró en sí misma, se dejó flequillo-tapa-cara, y se refugió en las películas gores. Sus únicos amigos son un maniquí anatómico que muestra los órganos vitales, un esqueleto de plástico y otro maniquí chungo.

Cada vez que ve a una criatura brillante (osease, a alguien guapo), le sangra irremediablemente la nariz (así en plan fuente a presión). Por supuesto los cuatro encargados de su transformación son algo así como modelos, así que Sunako se pega todo el día sangrando (eso le da bastantes toques de humor al asunto, jaja).

En fin, que muy raro, pero aún así me he visto los 25 capítulos enteros. Tenía la esperanza de que la extraña relación pique-odio-amistad entre Sunako y Kyohei Takano (el prota masculino) avanzase o desembocase en algo, pero llegados al capítulo 25, me he quedado prácticamente como estaba.

En cualquier caso, y por si a alguien le interesa, el manga anda circulando por la red (además he visto que tiene bastantes capítulos, lo que me hace sospechar que la historia continúa más allá de los 25 capítulos adaptados a la televisión).Se que hay mucha gente a la que este shojo le encanta… pero no ha sido mi caso.

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