The Vampire Diaries

Serie archiconocida por los amantes de las historias sobrenaturales.

Basada en la saga de L. J. Smith, cuenta la historia de Elena Gilbert, que vive en Mystic Falls junto a su hermano Jeremy y su tía Jenna. Sus padres murieron años atrás en un terrible accidente de tráfico.

Un día conoce a Stefan Salvatore (vampiro), y se enamora perdidamente de él. Para rematar el triángulo amoroso está Damon, el hermano de Stefan, también vampiro. Y para terminar de aderezar la historia se suman una amiga bruja (Bonnie) y una doppelgänger (doble) de Elena, la vampiresa Katerina Petrova, mala malísima.

Conforme avanza la historia van apareciendo hombres lobo, maldiciones, vampiros de la familia original… que le van dando vidilla a la serie.

Opinión personal (con spoilers!):

Aunque los primeros capítulos se me asemejaron demasiado a Crepúsculo y no me engancharon mucho, decidí continuar viéndola. Y suerte que lo hice, porque actualmente es una de mis series preferidas.

Como ya avanzaba anteriormente, la aparición de determinados personajes, como los vampiros de la familia original, la doppelgänger, los licántropos y la repentina conversión en vampiros de parte del elenco principal, hicieron que la trama se separase de la historia de Stephenie Meyer (chica conoce a chico rarito en el instituto. Resulta que el chico no es que sea rarito, si no que es un vampiro, así con todas las letras…).

Actualmente va por la tercera temporada (conociendo la extensión de las dos anteriores, supongo que estará próxima a acabar), y cada capítulo me engancha más que el anterior.

Sin embargo Elena, la protagonista, no termina de convencerme. Se supone que es una chica buena buenísima, pero paradójicamente se pega el día entero aprovechándose de Damon Salvatore, que le saca las castañas del fuego una y mil veces impulsado por el amor que le profesa. Amor, evidentemente, no correspondido, ya que Elena está locamente enamorada de su hermano Stefan.

Damon, que es malo porque el mundo le hizo así, saca su mejor cara con ella, pero esta es inmune a sus encantos (como es posible?!?!).

Para echar más leña al fuego está su pobre amiga Bonnie, del linaje Bennett, que perdió a su abuela cuando realizaban un potente conjuro para salvarla, y que a puntito estuvo de perder también a su madre por la causa Elena. Es decir, la prota me parece egoísta.

Por el contrario Katerina Petrova me hace gracia. Es mala, sí, pero ella es la primera que lo reconoce!!

Stefan es otro cantar (se que muchas se me echarían a la yugular por este comentario, pero es sólo una opinión!! xD). Es demasiado previsible y le falta esa pizca de impulsividad y locura que derrocha Damon. Incluso en esta tercera temporada en la que se ha vuelto malíiiisimo y ha perdido su humanidad, sigue sin convencerme.

En cualquier caso, los personajes son geniales (síiii, incluídos Elena y Stefannnn), la trama atrayente y los episodios enganchan muchísimo. Totalmente recomendada!!

Puntuación 5/5